DETECCÌON
Debido a su tamaño, puede parecer complicado detectar si hay pulgas en casa, pero existen indicios que nos llevan a encontrarlas, sobre todo desde la sospecha del picor en el cuerpo de nuestros familiares, hasta en el de nuestras mascotas.
Antes que nada, se distinguen distintos tipos de pulga en función del ser en el que se aloja. La sospecha inicia desde el momento en el que nos encontramos picaduras de estos insectos, así como si nuestras mascotas muestran síntomas de picor reiterado. La picadura se presenta como un pequeño bulto con un punto en el centro y, aparte de causar picor, podría implicar, en algunos casos, reacciones alérgicas u otro tipo de infecciones que, en escasas veces, podrían denotar gravedad, como es la peste, transmitida por pulgas de ratas a humanos, o la rickettsiosis.
Dada su rapidez reproductiva, la pulga representa un problema mayor al usar a sus huéspedes como asentamiento para la procreación. Tras alimentarse de la sangre, las hembras ponen alrededor de 40 huevos diarios, lo que puede llevar al afectado a contraer infecciones de mayor complejidad para su salud.
Una manera de detectarlas en nuestras mascotas sería revisando la parte alta de sus patas y en torno a las orejas. Las pulgas suelen dejar sus heces, que son pequeñas bolitas color negro, que al presionarlas con un trapo húmedo, o sumergiéndolas en agua, manchan de rojo debido a la base alimenticia de este insecto, la sangre. Puedes hacer la misma comprobación en alfombras o en las camas de tus mascotas, e incluso si se encuentran pequeñas manchas rojas en sábanas, podría ser un indicativo de la existencia de esta plaga hematófaga.