Serpientes

Las serpientes se caracterizan por tener un cuerpo muy alargado y no tener extremidades reptando por el suelo para poder desplazarse. Vamos a hablar un poco más sobre estos reptiles y de paso a conocer en dónde viven las serpientes y qué comen. Algunas especies son venenosas (víboras o cobras). Utilizan ese veneno para poder desarmar a sus presas y luego ingerirlas. Podemos encontrar más de 3.000 especies y hasta 450 géneros diferentes. Los expertos aseguran que tienen que provenir a partir de algún tipo de lagarto aunque aún no se conoce demasiado sobre su origen.


PICADURAS


De las 2.900 especies de serpientes que existen en el mundo, se calcula que tan sólo el 15% son realmente peligrosas para los humanos. No obstante, su peligrosidad puede ser tal que provoque la muerte de la persona que ha sido picada. Los venenos de serpiente son sustancias complejas, principalmente proteínas, con actividad enzimática. Aunque las enzimas juegan un papel importante, las propiedades letales del veneno se deben a ciertos polipéptidos más pequeños. La mayoría de los componentes de los venenos parecen unirse a varios receptores fisiológicos, y los intentos por clasificar los venenos como tóxicos para un sistema o aparato específico


LOCALIZACÌON


Las serpientes son carnívoras pudiéndose alimentar tanto de mamíferos, peces, aves o insectos. Normalmente las presas son devoradas rápidamente… sin embargo, en el caso de que opongan resistencia pueden utilizar la construcción o el veneno para poder ingerirlas. Se tragan a sus presas enteras porque no tienen dientes para poder masticarlas. Al existir tanta variedad se las puede encontrar en prácticamente cualquier lugar del mundo. Algunas, como las cobras, prefieren las zonas desérticas y tropicales situándose en África y en el sur de Asia. Se puede considerar a las serpientes como parientes cercanos de las iguanas, que también son reptiles, aunque en este caso galápagos y por tanto más cercanas a las tortugas. Las serpientes pitón constituyen una de las especies predominantes en el planeta tierra. Atrapa a sus presas en las noche engulléndolas enteras y luego digiriéndolas poco a poco en el estómago. Proceden directamente de Asía, Filipinas e Indonesia pudiéndolas encontrar en las selvas húmedas en zonas cercanas al agua. Si lo necesita puede llegar a nadar grandes distancias. Si las condiciones del terreno no son adecuadas, se puede adaptar a ellas. Para nuestro terror las podemos encontrar hasta dentro de nuestras viviendas o en bodegas en los barcos. A diferencia de otras especies cómo la pitón se puede adaptar a una gran variedad de lugares siendo muy rápida y letal. Un animal que seguramente no queramos encontrarnos por ahí.

DETECCÌON


Una hipótesis científica afirma que humanos y otros primates han desarrollado a lo largo de su evolución una capacidad para detectar serpientes que ha sido importante para su supervivencia. ¿Alguna vez se ha preguntado por qué las serpientes inspiran tanto miedo? Estos reptiles suelen generar esta reacción en primartes y humanos, y los científicos anunciaron este lunes que han encontrado células específicas del cerebro que disparan la alerta de alarma de inminente peligro. Algunas neuronas responden “selectivamente” a las imágenes de estos reptiles, y lo hacen de forma considerablemente más rápida que a la visión de caras, manos o formas geométricas. La investigación publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias ofrece nuevas pruebas para apoyar la hipótesis de que los primates tenían capacidades visuales que evolucionaron para permitirles ver serpientes de forma rápida con el fin de sobrevivir a la amenaza que estos animales suponen en la jungla. “Realmente refuerza el argumento de que las serpientes son muy importantes en la evolución de los primates”, explicó a la AFP la coautora Lynne Isbell, profesora de antropología del departamento de la Universidad de California Davis. “Las serpientes generaron las respuestas más rápidas y fuertes”, señala por su parte el coautor del estudio Quan Van Leof, de la Universidad de Toyama e investigadores de la Universidad de Brasilia. La investigación se llevó a cabo utilizando dos jóvenes monos macacos que habían nacido en una granja nacional de monos en Japón. Los científicos afirman que creen que los monos no habían tenido la ocasión de cruzarse con serpientes antes del experimento. Los investigadores implantaron quirúrgicamente microelectrodos en una parte del cerebro conocida como pulvinar, en el tálamo, que está relacionada con la atención visual y el rápido procesamiento de imágenes amenazantes.